Agarre en natación

¿Cómo mejorar el agarre en natación?

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Cada elemento de la técnica de natación es crucial para un buen rendimiento. En esta nota, te contamos todo lo que debés saber sobre el agarre y cómo optimizarlo.

La natación es uno de los ejercicios más completos que existe en cuanto a la cantidad de músculos que trabaja de forma simultánea y los beneficios que proporciona para la salud, pero lo que tiene de completo lo tiene de complejo. Los nadadores deben aprender a coordinar diferentes partes del cuerpo a la vez y prestar atención a la corrección de detalles en las técnicas para lograr mejores resultados.

Se trata de trabajar de forma sincronizada tanto el tren superior como inferior de nuestro cuerpo y, a la vez, llegar a grabar los movimientos en la memoria corporal para poder disfrutar del ejercicio sin pensar en él, como lo hacemos cuándo andando en bicicleta o mismo al caminar, que no nos detenemos a pensar qué pierna debemos mover.

Para algunos principiantes esta tarea puede resultar imposible, es por ello que siempre repetimos que para llegar a nadar como un profesional, lo importante no es la intensidad del ejercicio sino la calidad y perseverancia en el entrenamiento.

Del mismo modo, la práctica de ejercicios para trabajar de forma específica los diferentes elementos de las técnicas de natación son de gran ayuda para afinar la práctica y facilitar el aprendizaje.

¿Qué es el agarre en natación?

En cada uno de los cuatro estilos en los que se divide la práctica de la natación, se realiza una brazada que se divide en dos fases: la primera es la de agarre y la segunda de tirón y empuje, también conocida como tracción.

En la fase de agarre, lo que hace el nadador es introducir el brazo a nivel subacuático y posicionarlo para que, con la fuerza de tracción, se ejecute un desplazamiento que lo impulse hacia adelante.

No obstante, como dijimos que es un deporte complejo, el gesto del agarre bajo la superficie del agua es sólo un elemento del movimiento propulsor en natación que debe realizarse con una técnica adecuada, pero también en coordinación con el movimiento de patada y el resto del cuerpo.

Agarre en natación

¿Cómo debe ser el agarre en natación?

Lo principal para lograr un buen agarre es que podamos sentir y visualizar que estamos buscando con nuestra mano un certero punto de apoyo para empujar nuestro cuerpo hacia adelante, llevando el agua hacia nuestros pies. Hay que intentar que la mano ingrese al agua de manera suave, sin golpear ni salpicar, deslizándola como acariciando el agua.

Para conseguir el mejor apoyo necesitaremos posicionar nuestro antebrazo de manera que tengamos la máxima superficie de apoyo o agarre de agua. Es por esto, que durante el recobro elevaremos el codo a la superficie y nuestra mano ingresará con la palma extendida en busca de la mejor posición para generar resistencia.

¿Cuándo es momento de entrenar un mejor agarre?

El ejercicio de los diferentes elementos que constituyen la técnica de natación son vitales para lograr pulir nuestro desempeño. Sin embargo, en el caso del agarre, es recomendado que los ejercicios se realicen cuando el nadador domina una buena posición hidrodinámica. De lo contrario, tenderá a malgastar energías y podría terminar por frustrarse al no notar mejoras.

Una buena manera de conseguir adoptar una buena posición del antebrazo, para el proceso del agarre, es imaginar que bajo nuestro brazo tenemos una pelota gigante como las que se utilizan para pilates o yoga. Entonces, el nadador debería visualizar el proceso en tres fases:

  1. La primera en la que apoya el brazo sobre la pelota.
  2. Un segundo momento en el que la toma con el brazo de forma de conseguir el mayor apoyo.
  3. La última etapa de la fase en la que ejerce la presión sobre la misma para empujarla hacia los pies.

¿Qué ejercicios puedo hacer para tener mejor agarre en natación? 

Una vez logrado el equilibrio subacuático, los nadadores pueden empezar a afinar la técnica de agarre a través de diferentes ejercicios como:

  • Entrenamientos bajo superficie con el brazo perpendicular al cuerpo: se trata de flotar boca abajo probando nuestro mejor punto de apoyo bajo el agua, con la mano apuntando al fondo de la pileta. Repetir el ejercicio con un brazo y con el otro ayudando al cuerpo a memorizar el movimiento.

  • Nadar con puños cerrados: Este mínimo cambio en nuestro ejercicio hará que el cuerpo se vea obligado a apoyar el antebrazo para lograr un mayor agarre para ejercer la fuerza de propulsión.

El buen agarre en natación es un movimiento importantísimo que determinará la eficacia del resto de la técnica de natación. Del mismo modo, una buena práctica del agarre tenderá a evitar lesiones comunes como el hombro de nadador. ¿Estás preparado para refinar tu agarre?

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