Embarazadas, lo bueno del Nadar…

En una época de la vida de la Mujer, tan Suprema que es el embarazo, notan continuamente sus cambios corporales progresivos. Es aquí que la práctica de la Natación, puede Interactuar en forma muy positiva

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Fotos cedidas por mi amiga Silvia Maggiorini de Testa.
La mujer embarazada, empieza a tener importantes cambios, como también comienza en sí una cierta pesadez corporal, donde su movilidad le demandará de un creciente cansancio. Siempre es bueno, que en esta época de tanta felicidad y ansiedad para la mujer, ellas puedan hacer ejercicios, logrando sentirse mejor, con mayor agilidad, donde podrán también preparar mejor, sus músculos pelvianos, para el futuro parto. En sí, la NATACIÓN, es la más noble alternativa, que pueda tener una mujer, donde se sentirá mucho mejor, más segura, y en consecuencia, brindará  una mejor salud a su futuro bebé…
 
Otra de las funciones importantes que establece la actividad de la natación, es que ayuda a evitar el sobrepeso, pues si logramos nadar sesiones de más de 35 minutos, de 2 a 4 veces semanales, nadando despacio, se logrará trabajar el sistema de ácidos grasos, y de esa forma, las futuras mamás, podrán comer un poco más, pudiendo controlar mejor el sobre peso, a través de la actividad del agua. En sí, el deporte o la gimnasia ayudan a tolerar el embarazo; a estar mejor acondicionada para el momento del parto, y a tener una mejor recuperación después del nacimiento. En condiciones normales, el ejercicio siempre, es bueno para cualquier mujer embarazada. Incluso en este periodo el movimiento resulta más necesario que nunca, ya que ayuda a eliminar los excesos de agua y prepara el sistema muscular, facilitando el trabajo del parto y el parto mismo. Por supuesto, que no es recomendable hacer ejercicios bruscos, o juegos, donde se expongan ciertas caídas, o roces.
Durante el embarazo el corazón, los sistemas circulatorio y respiratorio realizan un gran esfuerzo. Es aquí donde la natación, puede ayudar a la embarazada, a equilibrar sus funciones sistemáticas y biológicas del cuerpo. La práctica de la natación, armoniza, tonifica, y relaja el cuerpo. Y por sobre todo nos relaja mentalmente. Jamás, hay que realizar deportes fuertes, o que tengan riesgo de caída, como el esquí, la equitación, el tenis, salir a correr, o jugar en algún deporte, que se exponga el contacto corporal.
Se debe tener en cuenta, que la pileta en donde se nada, cumpla con los requisitos de limpieza y seguridad. Como también, se tendrán que buscar los horarios de menor actividad en la piscina, para evitar roces con otros nadadores.
 
Antes de comenzar la actividad, es bueno realizar un estudio o chequeo médico y ginecológico, para comunicarle al Profesor y/o Entrenador, y en qué mes de gestación se encuentra, y si el embarazo es normal, o tiene cierto riesgo.
 
Las clases, deben ser en cierta medida programadas o planificadas. El profesional a cargo de la clase, debe estar al tanto de la situación de la embarazada, y debe conocer el nivel de la persona en el agua. Todos los trabajos deben ser progresivos, con previos calentamientos, y no deben provocar ningún tipo de exceso. Como también, hay que ser muy cuidadoso, con los trabajos que tengan cierta sobre carga, como ser el “uso” de manoplas y otros elementos. Siempre hay que hidratarse bien, antes y después de nadar.
En su práctica, podemos nombrar muchos beneficios entre ellos;
1) El aumento de la sensibilidad Corporal.
 
2) La sensación de liviandad, debido a la flotación, permite que las articulaciones se liberen, y estén más flexibles.
 
3) La horizontalidad, ayuda que se establezca una mejor distribución del peso del cuerpo sin sobrecargar, en alguna zona en particular.
 
4) Como trabajos siempre en base a lo Aeróbico, y/o sub-aeróbico, va a mejorar muchísimo su sistema cardiorrespiratorio, muscular y emocional.
 
5)La actividad mejora la tonicidad de los músculos, donde se trabaja todo la totalidad del cuerpo; como ser las piernas, los brazos, la espalda, zona abdominal, la zona lumbar, zona pelviana, la columna vertebral. En síntesis, un total compromiso corporal.
 
6) Ante nervios, ansiedades, el nadar ayuda a que se puedan relajar mejor, las zonas más sobrecargadas durante el embarazo. Es muy normal, los dolores de cintura provocados por cambios corporales, y por la mala postura de la mujer durante el embarazo.
 
 
7) Con el contacto en el agua, y su práctica, se estarán controlando muchos más de lo normal, su peso, y su estado físico.
 
 
8) En sí, con el nadar, la embarazada se sentirá mas aliviada, más ágil, más activa, y más linda. Y todo esto, trabajará sobre su estima emocional…
 
 
En próximas notas, seguiremos hablando del la natación y embarazadas…
Pero lo importante, es tomar las precauciones tanto fuera como dentro del agua, en esos meses tan importantes, tanto para la futura Madre, como para el desarrollo del bebé. Y saber, que el nadar, es muy bueno, para mejorar la calidad del embarazo, y de vida…
 
 Alejandro Matías Lecot – especial para;  WWW.NATACION.COM.AR
 
Especializado en Medio Acuático, Bebes, Discapacitados y Tercera Edad.
alejandrolecot@yahoo.com – 2006 – Argentina

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