Forbes Carlile; un Coach Revolucionario

Graduado en la Universidad de Sydney con una tesis sobre los efectos fisiológicos del trabajo muscular, es uno de los grandes Entrenadores e Investigadores Australianos que revolucionó con muchos nuevos sistemas, sobre el avance de la natación mundial. Aquí su principales acciones.

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La natación australiana, una natación que había brillado con luz propia entre 1850 y 1930, pero que en las siguientes décadas había perdido mucho de su impulso. Con la designación de Melbourne como sede de los Juegos de 1956, la natación “aussie” tuvo la motivación suficiente como para que comenzaran a trabajar seriamente por el camino que había empezado a trillar con el australiano Frank Cotton, profesor de la Universidad de Sydney, quien inició sus trabajos de investigación sobre los efectos del entrenamiento deportivo en el cuerpo humano, enfocándolo, en gran parte, en el estudio sobre nadadores. De esta forma con Cotton, se inicio a una nueva generación de entrenadores, que llevó a mejorar muchísimo el nivel de la natación australiana.
Y uno de los entrenadores-discípulos más importantes de Cotton fue, Forbes Carlile. Graduado en la Universidad de Sydney con una tesis sobre los efectos fisiológicos del trabajo muscular, fue Profesor de Fisiología de dicha Universidad entre 1944 y 1955, cuando dejó su carrera universitaria para abrazar la de entrenador de natación ”full-time”, junto con su esposa Ursula, otra graduada universitaria en Educación Física por la Universidad de Adelaida. El mismo Carlile, como antecedente había entrenado algunos nadadores australianos que participaron en los Juegos de Londres.  Radicándose Carlile con su compañera de trabajo y mujer, Ursula, en Ryde, un suburbio de Sydney, inició una intensa y fructífera carrera que les llevó a figurar entre los mejores entrenadores mundiales, y, también, entre los que mayor número de artículos sobre el entreno de nadadores publicaban en revistas especializadas.
Fue uno de los cuatro entrenadores que comandaron al equipo “aussie” en aquel gran triunfo que consiguió en Melbourne, donde sus estrellas sentaron las bases de lo que iba a ser la natación moderna.
En 1961 se trasladó a Holanda, llamado por la federación de este país, para preparar el equipo que participaba en el Europeo de Leipzig-1962. En el país de los tulipanes, realizó una magnífica “faena”, al conseguir que sus discípulos consiguieran un total de cinco medallas (una de oro, una de plata, y tres de bronce) cuando en el conjunto de los ocho anteriores europeos solo habían conseguido cuatro. Hasta Sevilla-1997, que consiguió cuatro medallas, Holanda nunca había representado tanto en la natación europea. Sin embargo, la oposición de algunos entrenadores holandeses a sus métodos de entrenamiento, tuvo que regresar con Ursula, a su país de origen al terminar aquel mismo año.
El desempeño de Carlile abarca todas las facetas del entrenamiento deportivo. Investigó sobre los cambios que ocurren en la sangre a lo largo de todo el proceso de entrenamiento, esforzándose, sobre todo, en comprender el fenómeno del “tapering-off” (el “afinamiento”) del nadador en relación con los cambios ocurridos en la sangre. Investigó en los cambios ocurridos en la “onda T” del electrocardiograma del nadador a lo largo del periodo de entrenamiento (basándose en estos trabajos, fue capaz de dictaminar que, en los Juegos de Roma-1960, uno de los nadadores australianos, el espaldista Jophn Mockton, se había “pasado de rosca” (es decir, se había sobre-entrenado) y que, por ello, no conseguiría los tiempos que debería haber conseguido, como así ocurrió).
Investigó, igualmente, sobre las variaciones del pulso braquial en la mayor o menor adaptación del organismo a los efectos del entrenamiento. También trabajó sobre las variaciones sufridas por los valores de la tensión arterial en hombres y mujeres durante los periodos de intenso entrenamientos y en el periodo de “tapering-off”.
Fue uno de los primeros que recomendó a sus nadadores tomarse el peso corporal cada día antes de iniciar los entrenamientos diarios, para ayudar a prevenir situaciones de sobre-entrenamiento, y, también, vigilar la dieta alimenticia. Hizo trabajos sobre psicología del nadador, sobretodo con el denominado “The Sixteen Personality Factor Questionnaire” de R.Cattell, basado en 374 preguntas, que el nadador debe contestar, y que estudia dieciséis factores de su personalidad, tales como inteligencia, estabilidad y labilidad emocional, ambición, índice neurótico, etc.
Uno de sus estudios, fue el de las variaciones del pulso en diferentes velocidades de natación, lo que le llevó a idear un excelente método de predicción del mejor tiempo que podía conseguir un nadador, basándose en la suma de las pulsaciones de tres periodos de diez segundos, tomados cinco segundos, medio minuto, y un minuto después de terminados varios sub-máximos esfuerzos.
 
Fue, igualmente, un experto en el tema de preparación acuática, donde investigó sobre los efectos del “interval-training” (entreno por intervalos) en la puesta a punto del nadador.
 
Finalmente, citemos que en el campo de preparación física fue el primero que recomendó a sus nadadores la práctica de una corta aunque intensa tabla de gimnasia “a domicilio” (es decir, en la propia casa del nadador) con la finalidad de potenciar esta faceta sin que se resintiera la preparación en el agua aprovechando todo el tiempo que el nadador se encontrara en la piscina.
 
Realmente, es uno de los más grandes entrenadores de la historia de la Natación Australiana y mundial.
 
Alejandro Lecot – especial para; WWW.NATACION.COM.AR

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