LA FORTALEZA DE DEBORAH SLYTHE

Deborah Slythe, hoy cumplió 45 años. Aquí nos relata su lucha y su 13° hazaña de competir en el Ironman de Fortaleza Brasil 2014.

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  En la foto; Déborah, con sus alumnos Guillermo Distefano, Carlos Beutel, Nicolas Ligupri, Jorge Falabela…

 

La perseverancia y la lucha por la Vida, muchas veces, va más allá de los resultado y de las marcas, en las grandes competencias internacionales. La profesora Déborah Slythe, y actual entrenadora del Equipo Avent 3 (Aventura y triatlón), el pasado domingo 9 de noviembre, compitió en el primer Ironman de Fortaleza Brasil, y en el número 13° de su carrera deportiva.

 

 

 

   La gran triatleta nada y trabaja en el Club Brisas de Haedo. Ella entrena y pedalea siempre por la Panamericana, el Acceso Oeste, y por todo Morón. En noviembre de 2013, a Déborah le diagnosticaron cáncer de mama. Hoy ya casi recuperada de esta severa enfermedad, sigue corriendo y de esta manera nos brindo el relato de su última hazaña:

   Domingo 9 de noviembre, día del Ironman de Fortaleza, la protagonista se levantó a las 3.00 de la madrugada: “Esta vez lo puse en palabras cuando Mariana, la novia de Willy que nos acompaña, me pregunta por el madrugón, si es… Y nos explica en su relato; “lo primero no es el tiempo que me demanda ponerme el traje esta vez, sino un extensor de la rueda de la bici que estaba roto, pero por suerte, y por llegar temprano, pude conseguir otro…, infle la rueda sin problema, dejo todo armadito, y me voy para el área de natación, faltaba aún una hora.

 Luego Débora, prueba el agua, se moja el pelo para ver si estaba todo bien con la gorra… Al volver al lugar de largada; “ya estaba el clima donde empieza la excitación de los atletas,  la previa, la música, y nos cuenta: “el lugar para que la gente pueda ver la parte del agua, pero la largada en sí, como la hicieron desde adentro, se descontroló entre los 1eros en entrar y los últimos, y la diferencia fue bastante. Yo ya me había posicionado a la derecha, estaba agarradita de la boya, miré el reloj de otro y decía 5:57…dije listo, limpio antiparras, me corro otro poco y saldremos, pues no, estuvimos 10 minutos más esperando que los que se habían adelantado vuelvan, obvio que jamás ocurrió, hasta que finalmente sonaron los disparos…

 

  Ya en el agua, mejor imposible, al llegar a la 1er boya de referencia y después hasta el barquito donde debía retomar tardó justo una hora. El agua no era muy trasparente, pero podía ver el reloj… Luego los 500 mts en contra hasta la 2da boya, y después a intentar salir con el sol en contra, las olitas del lado que respiraba, apuntó a los edificios de afuera, elegí uno: “y la pegué, salí bastante rápido para lo que suelo tardar, miro el reloj antes de pisar la rampa, y no termino de poder verlo, porque me acalambre tanto, que no podía pensar en otra cosa. Por suerte pasó tan rápido que al empezar a caminar hacia el vestuario ya no molestaba más…

 

Transición un poco lenta,  y a diferencia de Floripa donde para esta hora ya tomé un gel, aún estaba solo con el desayuno de las 3, así que aunque el agua estaba muy caliente comienzo a hidratarme y como el 1er gel. El trayecto de salida hasta donde para mi gusto recién se pudo empezar a pedalear fue feo, peligroso, pero pasó bastante rápido, una vez en la ruta si. Estaba bastante buena, limpia, vi muy pocos pinchados. Lo que si, no me esperaba, unos cuantos falsos llanos, que me hacían tirar tanto cambio, porque para ese lado estábamos con el viento en contra, que se me salió 2 veces la cadena.

Igualmente el viento solo era constante, pero no tan fuerte como creía que sería. Esto claro, porque mi promedio es 27. Y porque puedo compararlo con Cozumel. A decir verdad, la diferencia es que allá solo lo sufrís un tramo, acá es más tiempo en relación. El reloj de la bici jamás arrancó, así que empecé a tratar de sacar cuentas contando las puntos de abastecimiento, sabía o recordaba los kilómetros donde estarían y con eso calculaba más o menos por donde andaría. Me pasa Carlos, me pongo feliz de saber listo, estamos todos en carrera. Pienso en Ever y Walter que también andarán por empezar a rodar, (allá en Concordia). Trato de estirar los geles porque pasarlos con el agua que ya era pal mate, era difícil.

 

Los autos respetaban bastante el corte, pero obviamente no todos, venía también con miedo de saber que los locales, no tenían idea seguramente de que sería el Ironman y se mandaban a nuestra faja con los autos, donde en una, tuve casi que frenar… Ahora había que empezar a enfriar la cabeza, y hacer una buena estrategia para soportar poder comer sin tomar, oh enfriar antes de tragar un poco el agua en la boca con la misma saliva.

 

El tema del agua ya era serio, se va cobrando cada sensación, y para la 2da vuelta directamente ni caliente, ni nada, solo gatorade. Me salva un puesto que tenía aún solo hielo y con eso, lleno la caramañola que cuidé como oro y racioné como en la guerra, y el aerodrink salvando así calculo los últimos 80 km.

Terminado la bicicleta: “Al final, ya ni idea cuanto me faltaba, solo la referencia de que a la altura del retome de vuelta estaríamos a 20k de llegar. Me salvó pensar que Dios existe, cuando le digo, estoy mal de verdad, no quiero caerme, ayúdame, y un flaco pasa y me grita, me alienta como si me conociera de toda la vida, jajajjaja….sé que me lo mando el barba, era la señal para seguir como sea. Luego: “Por suerte después empecé a correr, bueno correr lo que se dice correr, un trotecito para las cámaras….

 

La salida hasta el centro muy bien cortada, y una vez que llegabas, la gente (por lo menos temprano) te alentaba y respetaba bastante bien, los puestos cada 2kmts de agua, esta vez si con hielo, estaban justos, y la 1er vuelta se me pasa rápido esperanzada de ver a Nico y a Willy. Cruzo 1ero a Jorge, venía supongo descompuesto también porque me ofrece sus geles, después a Carlos que me alentaba más a mí, de lo que yo pudiera decirle, me contento de ver venir a Nico, pero al ir llegando calculo que Willy jamás salió para el maratón.

 

Un muelle que te hacía recordar donde estabas, gente bailando reggae, con los ojitos brillantes, olor a todo, humos varios, gente linda, gente rara, gente en el agua a toda hora, largo el muelle… “Pero tal y cual en la 2da vuelta lo confirmo, Willy no venía, y Nico se termina de descompensar por completo, me llama sentadito a un costado (yo no lo había visto ), y me cuenta lo mal que estaba, me quedo solo un minuto con él porque me dice que siga, y con mucha bronca por ellos, y alegría a la vez por Carlos y Jorge que estarían ya terminando, había que seguir como sea.

 Y ya el final. “Los retomes estaban muy bien organizados, cuando tengo mi última pulserita y miro la hora pienso, bueno, el tiempo va a ser el peor de tu vida, pero la batalla que ganaste, la carrera que corriste, la alegría que sentiste, la gente que llevaste durante todo día a nadar, pedalear y correr con vos, son mejor que cualquier record !!!!!!!!!!!!!!!!!

 

  "Gracias a cada uno, gracias a mi querido marido Miguel Zapata, que me recontra acompañó… Gracias a Claudia, y ambas Marianas, que me alentaron y fotografiaron, y felicitaciones a Jorge, Carlos B, Nico, Willy, Ever y Walter por un Ironman más, más allá de cualquier resultado!!!

 

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                                       Felicitaciones Débora, por tu Fortaleza y Pasíon!!!

 

  Alejandro M. Lecot – www.natacion.com.ar

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