LA NATACIÓN, UN BUEN BIENESTAR…

Mucha gente, cree aún, que empezara nadar o aprender es algo difícil. Por el contrario, con ganas y buena actitud, se aprende rápido y en beneficio de nuestra salud y calidad de vida…

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En cuanto nos decidimos a ir a nadar, debemos realizar una buena adaptación, y vamos a ver que rápidamente, nos sacamos los miedos. Rápidamente veremos como uno comienza a desplazarse en este medio tan placentero que es el agua. La natación es uno deportes que todos, podemos realizar, a cualquier edad. Lógicamente cuanto más temprano lo aprendemos, más rápidamente se adquieren sus técnicas de nado.

En mi propia experiencia, he visto aprender a nadar personas adultas, y personas que han hecho otro tipo de deportes, donde les quedan ciertas mañanas en los movimientos técnicos. Los beneficios que nos da el nadar, son infinitos, entre ellos; nos regula la presión, podemos disminuir del sobrepeso, desarrollar la mayor parte de los grupos musculares, son algunos de ellos, que se van optimizando en la medida de su práctica, y desarrollo cotidiano. El desarrollo físico que propone la natación, sobre todo cuando se la practica desde una edad temprana, no sólo es una excelente base para la salud del cuerpo, sino también de disciplina y de estilo de vida. Es muy gratificante ver a los chicos, que realizan este deporte, el orden que les brinda; en sus horarios de estudio, en su vida familiar y de recreación. También, nos da una gran cuota en nuestra estética corporal, y en nuestro bienestar emocional, en nuestro ánimo, en cuanto la tomemos con prudencia, respetando las edades y el tipo de condicionamiento de cada uno.

Hoy día, en las grandes ciudades, se produce mucho stress, y problemas propios del estilo de vida occidental, incluyendo la presión arterial, el sobrepeso, y otros efectos del sedentarismo. Estos efectos, que no ayudan para nada en la calidad de vida, pueden ser evitados y corregidos con la natación. El Nadar mejora muchísimo nuestra postura corporal y nos alivia de las tensiones, y por lógica esto, nos genera un mejoramiento en los estados anímicos. Dormimos mejor, nos cambia totalmente el apetito, donde comenzamos a alimentarnos mucho mejor y más sano. Muchos problemas de angustia se resuelven con el sencillo hecho de volver al contacto con el agua, el mismo es un buen relajante corporal y espiritual.

La adaptación a la posición horizontal, nos mejora en creces, la circulación sanguínea, donde la estimula, y le da una presión arterial más estable. De esta forma, podemos reducir los riesgos a enfermedades cardiovasculares. Y en lo psicológico, siempre recomendado por los médicos psiquiatras, nos ayuda a mejorar los estados de ansiedad. Y a aliviar o suprimir, los síntomas de la tortuosa depresión.

La variación de la posición vertical del cuerpo a la horizontal, provoca el movimiento de las secreciones bronquiales, lo que hace más fácil eliminarlas. Es entonces, que la utilización de los músculos superiores del cuerpo (cavidad toráxico), puede servir en mucho a una reeducación respiratoria. Por ello, nadar resulta muy beneficioso para personas con problemas respiratorios, como para aquellos que tienen asma bronquial. 

 La natación, la podemos llevara cabo con o sin objetivos competitivos, durante toda la vida. En los niños, los especialistas aconsejan comenzar a meterlos en la piscina desde los tres meses de edad. Con los cuidados higiénicos correspondientes, los bebés pequeños, se familiarizan muy bien con el agua. Abriendo sus ojos sin miedo, ellos cerrarán naturalmente su boca para mantener la respiración, donde realizarán movimientos que nadie le haya enseñado antes, ciertamente asombroso…

Sus recientes experiencias en el ambiente acuoso del útero materno posibilitan, que el bebe disfrute del agua, y lo ayudan a adaptarse de forma fácil y rápida.

Aunque no se llegue a desarrollar un estilo en su plenitud, y en elegancia, el hecho de jugar en el agua, y de realizar este deporte aeróbico tan placentero, será algo muy estimulante para el organismo, y para el espíritu de cada uno. Siempre es bueno, acercarse a centros de enseñanza de la natación o reencontrarse con amigos y pares para llevar a cabo su práctica y desarrollo. Y con el pasar del tiempo siempre sabremos que el nadar, es una de las decisiones más importantes que pudimos haber tomado, para vivir mejor, y en mayor plenitud…

 Alejandro M. Lecot – WWW.NATACION.COM.AR

Entrenador Deportivo & Nacional de Natación

Nadador Olímpico 1980 & 84 & Actual Master

alejandrolecot@yahoo.com – 2006 – Argentina

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