Panamericanos: Oro Argentino, con Perfume de Mujer…

La ciclista cordobesa Gabriela Díaz, con un emocionante triunfo, ayer, logró acaparar la primera medalla de oro para nuestro país, en la categoría de bicicross. María Belén Dutto, llegó sexta.

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La ciclista Gabriela Díaz ganó ayer domingo, la final de BMX , en bicicross. La misma prueba fue desarrollada en un circuito de un descampado del Morro do Outeiro, una pequeña montaña al sur de la ciudad. Y ganó con suficiencia, sin que su condición de número uno del ranking mundial se viera amenazada.  Fue una exhalación desde la salida hasta la llegada, y duró menos de 40 segundos. En se tiempo saltó y dobló sobre una pequeña bicicleta pero sobre todo aceleró hacia la primera medalla de oro de Argentina en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. Fue un corto tiempo de 37s585 milésimas en realidad, alcanzándole para construir historia del deporte argentino, en Río de Janeiro 2007. La cordobesa compartió el podio con la brasileña Ana Flavia (38.697 segundos) y con la venezolana Kimmy Diquez (39.443), quienes fueron plata y bronce respectivamente. María Belén Dutto, también coterránea, no tuvo tal vez el final que ella se merecía. Lamentablemente largó mal y quedó lejos del podio, al que podía haber accedido si repetía sus series. María belén, es sorda de nacimiento, y esto le causó su demora en la largada.

Todo ocurrió de mañana, con sol y barro a los costados de la pista (la prueba estuvo a punto de suspenderse porque la lluvia del jueves la había maltratado demasiado). Nueve mujeres separadas en dos tandas salieron a ganarse la llave para entrar a la final y ahí las dos cordobesas barrieron con el resto de América. No pudieron siquiera rasparla Krystal Hime y Rachel Smith, las dos rivales estadounidenses más fuertes. El entrenador a cargo de la Selección Nacional, amigo y excompañero de los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984, Marcelo Alexandre.

Volviendo a Gabriela, quien actualmente tiene 26 años, pudo definir la prueba cuando pasó la primera curva con una apreciable ventaja sobre sus adversarias. "Me relajé cuando vi la diferencia que había sacado", contaba luego de la prueba. "En el segundo doble salté bien, pedaleé al máximo hasta la primera curva y a partir de ahí manejé la carrera hasta el final". Detrás quedó el resto encabezado por la brasileña Ana Oliveira —poseedora de 14 títulos nacionales— y la venezolana Kimmy Diquez, que se llevaron las medallas de plata y bronce, respectivamente. Y más lejos terminó su comprovinciana María Belen Dutto (es sorda de nacimiento), que nunca pudo recuperarse de una muy floja partida y terminó séptima y envuelta en un llanto que conmovió a todos.

A Gabriela no la inmutan demasiado ni los nervios, las alegrías o la ansiedad. Mirarla no dará pista alguna de cómo está, ni aun a 10 minutos de correr una final por una medalla de oro. Belén tiene ojos más vivaces y su mirada es más informativa. Antes de la carrera definitiva sus caras anunciaban que Díaz era la candidata, pero que Dutto pelearía una medalla. En el BMX nadie puede distraerse. Es sólo una vuelta a un circuito lleno de lomas, donde los ciclistas se la pasan por el aire y no tardan más de 40 segundos en arribar a la meta. La clave es largar mejor que el resto, ponerse delante y aguantar el embate rival. La primera curva lo es todo y si se sale dominando desde allí, el resto es camino al triunfo.  Eso hizo "Gaby" Díaz para ganar. Cruzó la línea final pedaleando sin esfuerzo, giró la cabeza a la derecha y señaló con el pulgar a su entrenador, Flavio Vaccareza.
”Según cuenta, Gabriela Díaz desde los 7 añitos, soñó que tenía una bicicleta rosa con manubrio azul. Al despertarse, le contó a su papá, Gerardo, y le contó su reciente sueño. Y así, como en un cuento, pero que se hizo realidad, papá Gerardo, desde Alta Gracia hasta Córdoba, vio una bicicleta igual y se la regaló. Ayer, después de que la cordobesa ganara la primera medalla dorada para Argentina en los Juegos Panamericanos de Río Janeiro, parece que ese recuerdo e imagen, no solo que apareció, si no que se hizo realidad”.

Luego, en el momento del control antidoping, parece que Gabriela no podía firmar la planilla de la emoción, pero sí se dio un abrazo con Flavio, que había corrido hasta la meta para felicitarla. Había varios funcionarios argentinos, mucha expectativa por el primer oro y un clima más cálido que el de Alta Gracia. Todo ese batido pareció agregarle presión a Díaz que, una vez cumplido el objetivo, sonrió. Nada más. Luego bajó de su bicicleta y se la devoraron los periodistas, argentinos y extranjeros. En un momento, mientras un cronista la entrevistaba (contó su historia cientos de veces) se cruzó por primera vez con su viejo. Ella se olvidó de lo que estaba respondiendo y quedó como tildada. Como soñando.

En nombre de la Natación Argentina, y de nuestra Web, felicitamos ael trabajo de Marcelo Alexandre. Como a María Belén y a Gabriela, por sus destacables y supremas actuaciones…

 Alejandro M. Lecot – especial para; WWW.NATACION.COM.AR 

 alejandrolecot@yahoo.com – 2007 – Argentina

 

 

 

 

 

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