Santiago Gutiérrez su Lucha y su Hazaña..

Santiago Gutiérrez cumplió el sueño y logró cruzar el lago San Roque a nado, luego de haber sufrido un accidente y haber quedado parapléjico.

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Santiago Gutiérrez asegura que ningún obstáculo es insuperable. Este guardavidas cordobés de 37 años, que hace poco más de un año quedó parapléjico tras un choque, acaba de cumplir el desafío que se había planteado: logró cruzar a nado el dique San Roque, sólo a fuerza de brazadas. Y ahora va por más. Cada mañana se promete: “Hoy voy a caminar”. Y si ese día no lo logra, vuelve a insistir. “Hasta que mi fe sea tan enorme que pueda volver a caminar”.

 

Desde 1994, cuando tenía 17 años, Santiago fue guardavidas municipal en el río San Antonio o el lago San Roque todos los veranos. Pero la madrugada del 29 de noviembre de 2012, hace trece meses, sufrió un accidente en la avenida Cárcano que le provocó el corte de la médula espinal y lo dejó parapléjico. Nunca bajó los brazos. Luego, seis meses después del accidente, Santiago volvió a entrenar. Y hace dos semanas, enfrentó el cruce del lago San Roque desde la bahía Los Mimbres hasta el monumento al brigadier general Juan Bautista Bustos, en la costanera.

Tenía previsto hacerlo en 45 minutos, pero sus brazadas lo concretaron en 29 minutos y 43 segundos: “Cuando llegamos al lago estaba bastante fresco y había viento. Los chicos que me acompañaban me dijeron ‘Santi, lo dejamos para otro día’. Y yo les dije que había venido para cruzar el lago. Las olas eran de un metro y tenía el viento en contra. Cuando llegué a la otra orilla le agradecí al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”, le cuenta este martillero. Y explica su logro: “Si me anime a cruzar fue porque estaba convencido de que podía hacerlo. Jesús dice ‘levántate y anda’, o sea, que tengas fe y obres en consecuencia. El no te ayuda a levantarte, el que se levanta sos vos. Por eso estoy alegre y feliz porque terminé”, dijo.

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Y ahora se prepara para participar en un triatlón este fin de semana en la categoría elite, o sea, la de los deportistas profesionales. “Son 1.500 metros de natación, 80 kilómetros en bicicleta y 10 de pedestrismo. Y lo voy a hacer”, asegura. “Dios me esta curando. Tengo la mitad de mi cuerpo muerto, pero yo sé que voy a volver a caminar”, dice. Incluso, un médico amigo, al verlo después de la única cirugía a la que se sometió –le implantaron ocho tornillos y seis placas de titanio–, se sinceró y le dijo: “Yo esperaba encontrarme con un tipo tirado, casi vegetal”. Tras un arduo entrenamiento, Santiago comienza a ver resultados. Orgulloso, muestra un video en el gimnasio donde hace flexiones de piernas con pequeñas tobilleras de peso.

“La fe me ayudó a mantenerme íntegro, que en griego significa ser completo. Y mucha gente, muchos amigos sueñan conmigo y me dicen ‘soñé que venías a buscarme en bici y nos íbamos a pedalear’. Yo trabajo todos los días para que ese día llegue”, dice, y parafrasea al escritor Eduardo Galeano y su utopía: “Esa integridad me sirve para caminar”.

AML – www.natacion.com.ar

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